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Con la voz rota, Iván Santos apenas lograba contener el llanto mientras hoy enfrenta la tragedia que le arrebató la vida a su hija, Jokasta Santos Pacheco, de 19 años, la madrugada del 26 de diciembre en Los Guandules, Distrito Nacional, a causa de una herida de arma de fuego en la cabeza.

Aún no entiende qué pasó ni por qué ocurrió el hecho. Sin embargo, advirtió que no habrá consuelo ni perdón para el mayor del Ejército Diego Mesa Arismendy, a quien consideraba su amigo y conocido del barrio, y hoy es señalado como el responsable del suceso.

“Me mató mi niña linda…, y él sabe lo que hay. Yo ya estoy pago”, dijo entre sollozos.

«Él la miraba con codicia»

Entre lágrimas y profundo dolor, la madre de la joven fallecida, Line Pacheco, pidió a las autoridades que investiguen el hecho.

«Investiguen ese caso, que eso no es normal. Mi niña estaba sentada aquí», expresó, visiblemente afectada por la tragedia.

La madre reveló que el mayor detenido era un vecino cercano, alguien que conocía a la familia desde hacía años.

Relató una conversación que se habría dado en el cementerio con relación al comportamiento del mayor hacia su hija. 

«Estaban diciendo en el cementerio que él la miraba con codicia. ¡Ay! ¡Dios mío! ¡A la niña! ¡Y yo no lo sabía!», expresó, entre sollozos.

La Policía Nacional informó ayer sobre el apresamiento de Mesa Arismendy, de 48 años. Fue arrestado tras una labor investigativa desarrollada por miembros del Departamento Operativo II de Investigaciones de Homicidios, adscrito a la Dirección Central de Investigación (Dicrim).